Pringados
27 mayo, 2021
Lo sé, ha pasado mucho. Han sido unos meses en los que he tenido mucho trabajo y en los que he dejado la mente en un segundo plano. Pero aquí estoy, no quería dejar este “proyecto” abandonado, podría decirse que he vuelto.
Se avistan los primeros compases del verano, el virus va disminuyendo en contagios y noto que la gente está más feliz. Dicen que cuando todo se acabe llegarán unos buenos años en los que disfrutaremos más, un símil con aquellos felices años 20.
Yo la verdad es que voy notando un poco como le cambia la cara a la gente. Siempre me he considerado una persona que intenta hacer lo posible para que los suyos se sientan a gusto y felices. También pienso que peco de ser demasiado bueno, pero es algo que va ligado a mi personalidad, me gusta ayudar, si son felices yo también.
Hace poco me dijeron que era un eneatipo 9. No, no creo en el horóscopo y estas cosas, pero si que es verdad que leí la descripción en internet y me vino al pego. Vamos, que soy un pacificador y mediador, alguien bonachon… pues en vez de sentirme bien con lo que leía, me dije a mí mismo… No seré yo un pringado?
Alguien que está siempre haciendo cosas por los demás y anteponiendo sus intereses por los de otras personas podría decirse que es de ser un poco pringado, no sería mejor ser más egoísta en ciertos sentidos y sudar de todo? Pues no lo sé, seguramente mi yo de un universo paralelo cuya personalidad sea toda la contraria se esté preguntado si no sería mejor ser más indolente o amable y dejar de ser un subnormal.
Todo esto me lleva siempre a lo mismo, y es que queremos ser lo que no somos y queremos lo que no tenemos. La verdad es que prefiero seguir siendo un poco pringado si con ello me siento a gusto conmigo mismo y hago feliz a la gente, porque la vida son dos putos días y hay demasiada mierda en el mundo como para ir cagándose en ella día tras día, adiós pringados.